Rastreando la web uno descubre a menudo joyas imposibles de encontrar en la vida física o analógica. Producto del desconocimiento e infravaloración del medio digital aún hay quien se atreve a presentarse en la web sin más preocupaciones que un estudiante de primaria en un taller optativo sobre construcción de páginas web. Este es el caso del economista Xavier Sala i Martín y su web.

La información está distribuida de un modo brutal y caótica, de estilo libre, y con nulo deseo de ordenación, rigor, y voluntad estética.  Alguien podría decir: «La web es tan hortera como sus americanas…» pero yo no estaría de acuerdo con la comparación. Las americanas que luce Sala Martín no dejan de ser americanas, o una pieza de corte clásico y parte de «uniforme homologado» en el ámbito del vestir occidental junto a los pantalones de pinza, la camisa, los zapatos y la corbata. Una americana es pues, una sola prenda del conjunto que forma el vestuario o indumentaria de uso formal y protocolo. Por eso, la nula preocupación en seguir premisa alguna de carácter estético en la elaboración de su web no me parece comparable a la elección de una americana extraña o rara.

Haciendo un símil podríamos decir que «el site de Xavier Sala i Martín es a página web» lo que «un bazar chino es a comercio«. En un bazar hay muchas cosas, algunas gangas, otras no sirven para nada, es difícil encontrar lo que uno necesita y es barato. A eso de barato me gustaría pensar que el site es cosa suya y que él mismo ha configurado collage gráfico con algún programilla al uso. No hay que desmerecer el esfuerzo que haya podido emplear en su construcción porqué por tema de dinero no sera.

Ahora, lo que me parece raro es la frivolidad con la cual se muestra a internet. Sala i Martín es autor de libros,  profesor en universidades, galardonado economista, y por esa razón se hace extraño como él no es consciente del papel que desarrolla internet y las nuevas tecnologías en el mundo.

Antes decir algunas cosas buenas. No todo es inútil. Como la vestimenta de los hombres primitivos (con sus pieles de animales), la web de Sala Martín cumple su primitivo e inevitable objetivo funcional. Hay que agradecer el tono lúdico y familiar de los contenidos, la adjunción de una dirección de correo electrónico de contacto y el notable número de artículos que se pueden consultar. Será por eso que google la tiene posicionada en el 1er. puesto del ranking con la búsqueda de los términos «Xavier Sala Martín«.

Me alegro también de descubrir por su web que Sala i Martín tiene la voluntad de experimentación creativa y por ello constatar que el idealismo esta presente en un economista referente internacional. Bueno, eso ya se sabía en el momento que Sala Martín es socio de un club de fútbol y se le puede ver rezar cada quince días en una catedral llamada  Camp Nou.